La presa de Alqueva está ocasionando problemas de abastecimiento de agua potable a los vecinos de la localidad pacense de Cheles, al haber provocado un mal funcionamiento de la planta potabilizadora de esta localidad.

Hasta ahora, el pueblo se abastecía de la corriente del río Guadiana, y, pese a que estas aguas no venían demasiado limpias, la propia corriente ayudaba a que los filtros de carbono de la toma de Cheles depurasen los residuos procedentes de Badajoz y de las explotaciones agrícolas cercanas, según informó Europa Press.

Sin embargo, la presa ha provocado un estancamiento de aguas, a lo que se suma que EDIA, responsable de Alqueva, no cumplió el compromiso de arrancar las encinas --unos dos millones de árboles-- antes de que se inundaran los campos, realizando la deforestación sólo en la parte portuguesa, con lo que, según el alcalde de Cheles, Fermín Mayorga, "los enormes árboles que antes formaban parte de las dehesas empiezan a ser flora subacuática".

En este sentido, dijo que los árboles se pudren y perjudican gravemente a la calidad del agua y con los medios actuales hacen muy compleja su potabilización, con lo que los pueblos que antes se surtían del Guadiana para beber ya no pueden hacerlo.

En Cheles los vecinos han vuelto a acudir a la fuente pública a buscar el agua, no solamente para beber, sino también para cocinar, porque el agua del grifo es tan mala que solo sirve para fregar los platos y para ducharse.