Las asociaciones ecologistas Greenpeace, SEO/BirdLife, WWF-Adena, Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción rechazan el posible trasvase del Tajo desde el embalse de Valdecañas al Segura, ya que lo consideran inviable por motivos ambientales, hidrológicos y económicos.

Según recoge la agencia Europa Press, estos grupos critican el "giro radical" del Gobierno central en materia de política de aguas, un cambio de "180 grados" que evidencia, a su parecer, que el Ejecutivo español "ha optado definitivamente porque la gestión del agua deje de guiarse por criterios de sostenibilidad y respeto medioambiental y que sean los intereses políticos y económicos los que manden".

Los ecologistas consideran que los trasvases "no son la forma de hacer una política de aguas razonable y sostenible" y, en esa línea, recordaron al PSOE que en el programa electoral con el que acudió a los últimos comicios nacionales "se rechazaba este tipo de infraestructuras". Afirman, además, que el trasvase desde Valdecañas "no resiste el más elemental análisis de viabilidad hidrológica, ambiental ni económica", por lo que simplemente someterlo a estudio es "malgastar el tiempo y el dinero que se emplee".

De hecho, comentaron que en el documento de análisis ambiental del Plan Hidrológico Nacional, aprobado en tiempos del Gobierno de José María Aznar, ya se señalaban los "graves inconvenientes" y los "impactos críticos que supondría realizar un trasvase similar", en este caso con toma desde el embalse toledano de Azután, situado en el río Tajo a apenas 20 kilómetros aguas arriba de Valdecañas.

Desde el punto de vista hidrológico, recuerdan que Valdecañas tiene una capacidad de embalse de 1.446 hectómetros cúbicos, pero que su nivel medio de llenado en el último decenio es de 722 hectómetros y que en la actualidad "no llega a alcanzar los 500". "Estamos hablando de una propuesta que significaría trasvasar la mayor parte del agua disponible en el embalse, con los consiguientes daños ambientales y sociales que se producirían aguas abajo tanto en Extremadura como en el vecino Portugal".

Por otra parte, afirman que las aguas de Valdecañas están "notablemente eutrofizadas" y "no son aptas" para el abastecimiento a poblaciones, por lo que "contaminaría" el suministro de agua potable que desde el trasvase Tajo-Segura se da a más de dos millones de personas.

Desde el punto de vista del impacto ambiental, el trazado del trasvase previsto "produciría afecciones muy importantes y críticas sobre áreas de gran valor natural", al atravesar, entre otros, espacios naturales protegidos tales como el LIC y ZEPA de los Berrocales del Tajo, el LIC y ZEPA de los Montes de Toledo, el Parque Nacional de Cabañeros y la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda.

Por último, desde el punto de vista económico, se trata de una actuación "enormemente costosa", tanto en su construcción como en su explotación, pues su construcción alcanzaría "varios miles de millones" de euros y el metro cúbico trasportado tendría un coste "igual o superior al que alcanza actualmente el agua de mar desalada".

En definitiva, los ecologistas consideran que se trata de un "proyecto de gran impacto ambiental y social y de un enorme coste económico" por lo que solicitan al presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, que "retire el proyecto y que se abandone esta política hidráulica más propia del desarrollismo de los años 60 y 70 que del siglo en el que estamos, volviendo a la política de aguas que se llevó a cabo durante la primera legislatura".