Extremadura, junto a Andalucía y Madrid, es una de las comunidades autónomas que presenta niveles de yodo más bajo, según explicó ayer en Sevilla la especialista en obstetricia y ginecología Inés Velasco, que advirtió que si el organismo presenta niveles inferiores a lo recomendado los ciudadanos están más expuestos a ciertas enfermedades, como por ejemplo el bocio. Es más, según esta experta, "puede suponer que las embarazadas den a luz bebés con puntuaciones bajas de coeficiente intelectual y con dificultades en el desarrollo de habilidades motoras e intelectuales".

De hecho, desde la la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición se sostiene que la deficiencia de yodo es la causa "prevenible y más prevalente" de pérdida de coeficiente intelectual y daño cerebral en recién nacidos a nivel mundial. Así, estiman que la deficiencia de yodo es causa frecuente de retraso escolar o del trastorno de hiperactividad, por lo que recomendó realizar aportaciones extras de yodo mediante la alimentación.

Carmen Millón, de la Sociedad de Médicos Generales y de Familia, explicó que estas carencias se deben a razones geológicas --la escasa presencia de yodo en determinados tipos de suelos-- y añadió que puede generar enanismo, sordomudez, apatía, retrasos del crecimiento e incluso malformaciones en el feto.