Llegan los carnavales y, en el caso de los más rezagados, es hora de elegir disfraz para niños y mayores. Aunque en Badajoz y Navalmoral hay carnavaleros que lucen disfraces de algunos cientos de euros, lo cierto es que los precios medios se sitúan entre los 22 y los 25 euros este año, según un informe difundido ayer por la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE). Un porcentaje significativo de personas acuden, sin embargo, a la imaginación, el ingenio y el reciclaje de vestidos de otros años para disfrutar con don carnal sin que se resienta el bolsillo.

La UCE constata en su estudio que el alquiler de disfraces ha decaído debido a los bajos precios que ofrecen muchas tiendas. Pero a menudo la calidad de las vestimentas no es buena. La UCE recomienda comprobar que los disfraces infantiles cumplen con la normativa vigente para evitar sustos. De la misma forma, aconseja extremar las precauciones con las pinturas para la cara y el cuerpo que se compran en bazares y tiendas de bajos precios, comprobando en el etiquetado que han sido sometidos a controles dermatológicos.

El estudio de mercado elaborado por la asociación de consumidores describe la disparidad de precios de los disfraces. Uno de bruja para niño puede costar desde 9 hasta 35 euros, mientras que el de princesa tiene un valor que oscila entre los 17 y 31 euros. El de tigre se puede encontrar desde 11 y hasta 32.

Los disfraces de adultos se pueden encontrar a partir de los 16 euros. Entre los más económicos se encuentra el de Buda, de chino, de cura o de esqueleto. En torno a los 20 ó 25 euros están los trajes de espantapájaros, de payaso o de Superman. A partir de los 30 euros se pueden encontrar trajes de lobo, de rumbero, de gángster o de mono.

Otros gastos añadidos son los complementos, los maquillajes y los postizos: dientes por dos euros, pestañas por cinco, piel artificial por 16, barras de colores a 2,35, tubos de purpurina por 2 y laca fluorescente por 1,75. Según la medida calculada por la UCE, el coste del maquillaje por persona ronda los 9 euros. Tras hacer cuentas, es hora de divertirse.