El Frente Polisario, que sigue con el búsqueda de los tres cooperantes secuestrados en Tinduf hace más de una semana, niega que hay infiltrados de Al Qaeda, organización a la que siguen atribuyendo el rapto, en los campamentos de refugiados. La autoridad saharaui desmiente así las últimas informaciones que apuntaban a que los activistas, entre los que se encuentra la madrileña Ainhoa Fernández, trabajadora de la Asociación Extremeña de Amigos del Pueblo Saharaui, fueron raptados con la ayuda de miembros y simpatizantes de Al Qaeda en el Magreb Islámico de los propios campamentos, y que incluso iban desarmados durante el asalto.

El Polisario confirma que los terroristas no se encontraban en los campamentos y que durante el secuestro abrieron fuego sobre los cooperantes y los vigilantes del centro de Rabuni, donde se produjo el rapto. Asegura además que uno de los cooperantes, Enric Gonyalons, resultó herido, como también un vigilante. Pese a que desde el primer momento se atribuyó el secuestro a esta organización terrorista, el presidente de la autoproclamada República Arabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Addelaziz, mantiene que aún no se puede confirmar la autoría.

Por su parte, la ministra de Defensa española, Carme Chacón, también confirmó ayer que los tres cooperantes siguen con vida, como un día antes habían reseñado varias agencias de noticias. Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, afirmó ayer, tras volver a pedir discreción, que el Gobierno de España mantiene un seguimiento "casi al minuto" del estado de los cooperantes españoles. Hoy preside una reunión de trabajo para coordinar las actividades que se están realizando para la liberación.

Y mientras España y el Sáhara trabajan unidos para conseguir que los cooperantes vuelvan a casa, el Gobierno argelino debate la responsabilidad de los hechos ocurridos. El ministro de Interior, Dahou Ould Kablia, aseguró ayer que su Ejecutivo no tiene responsabilidad alguna por el secuestro, ya que esta zona no está bajo control de las autoridades argelinas sino del Frente Polisario, que ha aumentado la seguridad en los campamentos de Tinduf. En Rabuni los accesos a las dependencias en las que viven los cooperantes han sido bloqueados y ahora solo hay una entrada vigilada por personal armado.