La Junta de Extremadura ha considerado hoy "insoportable", "inadmisible" y "desesperantemente lento" el proceso de tramitación, por parte del Gobierno central, de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para la mina de Aguablanca de Monesterio (Badajoz), lo que permitiría continuar con la extracción de níquel en galería.

El consejero de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro, ha hecho estas consideraciones tras dar a conocer que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) ha solicitado a los ayuntamientos de Monesterio y Real de la Jara (Sevilla), "una vez más, que se pronuncien" sobre toda la documentación que obra en el expediente.

Ha criticado que, además, "en lugar de enviarlo un único día a todos los ayuntamientos, nos está llegando con cuentagotas", ya que llegó primero a Monesterio y diez días después al consistorio de Real de la Jara.

"No sabemos si le va a llegar a más ayuntamientos, a más administraciones; seguimos sin recibir información y desde luego no entendemos como esto, si había que hacerlo, no se puede hacer con más agilidad", ha dicho Navarro.

Por otra parte, a preguntas de los periodistas sobre la situación de Grabasa, en Burguillos del Cerro y sus 22 canteras, el consejero ha indicado que la Junta seguirá trabajando para encontrar alguna empresa interesada en reflotarla, si finalmente no se formaliza la oferta de compra por parte de la canadiense Fairmont Resources.

José Luis Navarro se ha mostrado convencido de que "los activos, las canteras y el magnífico personal" de esta empresa de granito, en concurso de acreedores, reúnen todos los requisitos para que Grabasa sea viable.