Los médicos de cabecera atienden al año en Extremadura alrededor de 1.800.000 consultas de patologías relacionadas con la salud mental, lo que supone entre el 15 y el 20% del total de consultas a cargo de estos profesionales. Además, los fármacos ansiolíticos y antidepresivos ocupan ya el segundo puesto entre los fármacos más consumidos por los extremeños en la Atención Primaria, únicamente por detrás de los antiinflamatorios.

Los datos los ofreció ayer el gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES), Francisco García Peña, que junto al director de Asistencia Sanitaria, Dámaso Villa, y el subdirector de Salud Mental, Miguel Simón, explicó las actuaciones realizadas por el SES en materia de salud mental.

García Peña indicó que este tipo de consultas en Atención Primaria "van incrementándose porque se están identificando patologías que antes no se identificaban relacionadas con los transtornos mentales, como las osteomusculares". Este hecho ha provocado que aumente la demanda de medicamentos relacionados con la depresión, la ansiedad o el estrés y que "hay un porcentaje importante de población que está sometida a tratamiento de estas características, que antes no se tachaban de enfermedades relacionadas con este tipo de transtornos".

Para mejorar la asistencia a los enfermos mentales, el subdirector de Salud Mental, Miguel Simón, destacó que en la región existen en la actualidad 13 equipos, de los cuales tres han sido de nueva creación en Cáceres, Badajoz y Llerena y otros cuatro han gozado de la incorporación de profesionales psiquiatras o psicólogos para completar los equipos existentes, como en el caso de Talarrubias, Jerez de los Caballeros o Almendralejo, tras las competencias.

DOTACION PROFESIONAL

En este sentido, señaló que a estos equipos hay que sumar dos unidades infanto-juveniles, en Badajoz y Cáceres, una unidad para el tratamiento de transtornos de la conducta alimentaria, y otra para los casos de enfermos mentales graves. El 75% de estas actuaciones ya se han efectuado, indicó García Peña, que destacó la incorporación de 12 psiquiatras, tres psicólogos, 11 enfermeras, cuatro trabajadores sociales y seis auxiliares administrativos, completando así una plantilla de profesionales en estas unidades mentales que ascenderá a 92 personas; esto es, un especialista por cada cien mil habitantes.

El gerente del Servicio Extremeño de Salud también recordó que los dos psiquiátricos, el de Plasencia y el de Mérida, cuentan con 30 camas más cada uno para atender a los ingresados.

A este respecto, indicó que la intención de la Junta es que estos enfermos sean tratados en el ámbito familiar o en pisos tutelados, porque el internamiento crónico de estos pacientes "no es la solución" para que "puedan llevar una vida normalizada". En su opinión, la tendencia es que los hospitales psiquiátricos se extingan y que los pacientes agudos se incluyan en las unidades especiales de los hospitales para ser tratados.