Desde hace unos meses y hasta finales del año que viene, en Extremadura no se hablará del AVE, sino del TAP. Las siglas corresponden al Tren de Altas Prestaciones que el Ministerio de Fomento, de acuerdo con el Gobierno de Extremadura, han decidido poner en marcha en la región antes del 31 de diciembre del 2015, a fin de contar lo más pronto posible con un transporte ferroviario competitivo.

Para la finalización del AVE no hay fecha. Esta triste realidad viene como consecuencia de que en el 2004 se presupuestó la obra en su totalidad por un importe de 4.730 millones de euros y, a fecha de hoy, apenas se han gastado 970 y eso que en las tres últimas anualidades han sido 550, más de la mitad. Con el ritmo inversor actual, la alta velocidad llegaría a Extremadura más allá del 2030. De ahí el acuerdo alcanzado, consistente en acelerar las obras pero para incorporar en la plataforma del AVE una vía de ancho ibérico (no ancho internacional) por la que pueda discurrir un TAP, un tren diésel que alcance una velocidad aceptable, en torno a los 200 kilómetros por hora.

De esta forma, los tiempos de recorrido de Badajoz a Madrid, que en la actualidad son de 5 horas dado el mal trazado de la vía convencional, se reducirán ostensiblemente hasta las 3 horas y media; de Cáceres a Madrid hasta 2 horas y 39 minutos; y de Mérida a Madrid a las 3 horas y cuarto.

El compromiso, alcanzado en mayo del año 2013, ha supuesto sacar a concurso y adjudicar los tramos que faltaban entre Badajoz y Plasencia por parte del Ministerio de Fomento y urgir la finalización del resto ya en ejecución. Desde la Delegación del Gobierno en Extremadura se indica que los 15 tramos existentes entre ambas ciudades, que sumados alcanzan los 164 kilómetros, se puede decir que están ya al 65% de ejecución según los cálculos de Adif, pues hay algunos recientemente adjudicados y, en consecuencia, sin empezar y otros que, por el contrario, ya han finalizado y están a la espera de la colocación de raíles y traviesas.

Germán López Iglesias insiste en que el acuerdo Gobierno/Junta de Extremadura se va a cumplir en plazo, entre otras cosas porque buena parte de las obras cuentan con financiación europea que tiene su periodo de finalización cerrado antes de que termine la anualidad 2015.

El delegado del Gobierno es contundente cuando afirma que "a día de hoy no hay fecha para la llegada del AVE", por lo que se va a hacer una actuación que, él aclara, es "provisional" a fin de ir aprovechando las infraestructuras terminadas para poner en servicio un tren rápido que nos acerque a Madrid. "No tiene sentido contar con 164 kilómetros de trazado finalizado, donde hay túneles y viaductos de gran complejidad terminados y no utilizarlos a la espera de acabar por completo las obras", afirma.

TRAMO A TRAMO Los tres primeros tramos resultan los más atrasados: el de la Estación de Plasencia, de 3,98 kilómetros; el tramo comprendido entre la estación placentina y Arroyo de la Charca, de 6,42 kilómetros; y el siguiente de Arroyo de la Charca a Grimaldo, de 6,41 kilómetros. Todos ellos están recientemente adjudicados y en breve darán comienzo.

El cuarto tramo, el de Grimaldo a Casas de Millán, de 6,60 kilómetros y que incluye el túnel de Santa Marina de 3.595 metros, se halla al 79,3% de ejecución. El siguiente, de Casas de Millán a Cañaveral, de 6,60 kilómetros, está al 88,3%. Y el sexto, desde Cañaveral al embalse de Alcántara, de 6,50 kilómetros y que contempla el viaducto del Tajo, de 1.488 metros, está al 56%.

El tramo siguiente hasta Garrovillas, el cual también suma un segundo viaducto, en este caso sobre el río Almonte, está al 69,3%. El de Garrovillas a Casar de Cáceres, de 7,20 kilómetros, se halla al 90,9%, mientras que desde Casar de Cáceres a Cáceres ( de 7,10 kilómetros) ha finalizado. La salida de la capital cacereña hasta Aldea del Cano, de 23,5 kilómetros, se encuentra al 91,5% de ejecución; y el tramo comprendido entre Aldea del Cano y Mérida, de 17 kilómetros, está finalizado. Más al sur, vienen dos tramos de 8,70 y 10,90 kilómetros y que llegan hasta Arroyo de la Albuera, que están licitados y, por último, los tramos hasta Montijo y, finalmente, hasta Badajoz, de 16 kilómetros y 20,20 kilómetros respectivamente, están finalizados.

En Fomento saben que a partir de Plasencia y, sobre todo, a partir de Navalmoral de la Mata, donde el tren tendrá que discurrir por la vía convencional, los convoyes deberán ir más lentos, pero la velocidad se compensará con la rapidez que alcance la locomotora entre Badajoz y Plasencia.

López Iglesias señala que esta solución no destierra el AVE como se ha dicho desde algún colectivo. Las obras realizadas hasta ahora, dice, ya no tienen vuelta atrás, por lo que considera que acabado el corredor de alta velocidad gallego, todo el ánimo inversor en infraestructuras tendrá que venir a Extremadura.