Las reservas de agua embalsada en Extremadura han caído en más de 200 hectómetros cúbicos en apenas una semana, según los datos facilitados ayer por la Delegación del Gobierno.

Así, hace siete días las presas de la región acumulaban 8.764 hectómetros cúbicos, mientras que ayer estaban en 8.561, lo que supone que están al 61% de su capacidad.

Por cuencas, la situación más delicada está en la del Tajo, donde la suma de los embalses apenas sobrepasa el 50% de las posibilidades de reserva. Dentro de esta cuenca destacan por lo negativo las situaciones de los embalses de Gabriel y Galán, que está al 40%; Salor, al 43%, y Alcántara, que apenas tiene 1.455 hectómetros cúbicos, el 46% de los más de 3.000 que constituye su capacidad máxima.

En cuanto a la cuenca del Guadiana, las presas ubicadas en territorio cacereño están por debajo del 66%, con menos de 200 hectómetros cúbicos de reservas. Mientras, las situadas en la provincia de Badajoz rondan el 70%, y acumulan cerca de 5.200 hectómetros cúbicos.

En esta cuenca, cuatro grandes presas copan el 85% de las reservas: La Serena, con 2.228 hectómetros cúbicos; Cíjara, con 866; Orellana, con 718, y Alange, con 585 hectómetros cúbicos.