El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, comenta, sobre la designación de Carlos Floriano como número uno por Cáceres a los comicios generales, que el acuerdo que lograron en julio sobre diversas materias se halla en stand-by y ha exigido al PP un nuevo interlocutor con el que avanzar en ellas. Según recoge la agencia Efe, esta es la consecuencia de la decisión de Floriano de ser el cabeza de lista electoral del PP por Cáceres para el pacto por el que ambos decidieron crear comisiones paritarias para abordar la segunda descentralización, la futura Ley de Educación y el fortalecimiento del sector financiero, así como una mesa sobre agricultura e iniciar la reforma del Estatuto de Autonomía. Según Fernández Vara, este acuerdo fue hecho entre él como presidente de la Junta y Floriano como líder del Grupo Parlamentario del PP en la Asamblea regional, y ahora ya no puede seguir dialogando con el dirigente popular de estas cuestiones, aunque las comisiones seguirán trabajando. En este sentido, señala que la "culminación" de los acuerdos quedará en suspenso, en posición de stand-by, en tanto tiene a una persona del PP con la que trabajar, aunque, ha reiterado, las comisiones mantengan su actividad. Por todo esto, reclama al PP que, "cuanto antes", haya un nuevo interlocutor popular en la Asamblea regional. A su juicio, la nueva situación de Floriano ocasiona "dificultades" a Extremadura en general y agrega que "los pactos necesitan autoridad porque el diálogo es complicado". No obstante, Fernández Vara recalca que respeta personalmente la decisión del presidente del PP extremeño, aunque a él los extremeños le "encargaron" tras las elecciones autonómicas ser el presidente de la Junta y a Floriano ser el jefe de la oposición, por lo que se pregunta qué pensarán ahora los extremeños que votaron al PP. Por otro lado, en cuanto a la situación política del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, apunta que, aunque es conservador, es una persona con la que "se puede hablar" y que su actitud política siempre le ha tranquilizado porque es el tipo de políticos que "equilibran" a los partidos". En este sentido, pone como ejemplo el hecho de que, a pesar de las diferencias de color político de las comunidades autónomas de Extremadura y de Madrid, la primera forma parte de la candidatura de la segunda a acoger los Juegos Olímpicos de 2016.