La organización agraria Asaja considera 2017 annus horribilis para el sector agragonadero extremeño.

Su presidente, Angel García Blanco, no ha faltado tampoco este año a la Feria Agroganadera de Trujillo, que en 2017 celebra su XXXIV edición. «Ha venido mucha gente y la calidad de los animales es impresionante, pero nosotros valoramos los resultados y las perspectivas para la feria este año no son muy halagüeñas».

La sequía está detrás de estos malos presagios porque determina el duro futuro que le espera a la agricultura, a la ganadería y a la apicultura en la región. Según García, «a la alta mortalidad de las abejas, se suma que ahora no tienen qué comer por falta de agua; en la agricultura, no se va a producir la nascencia del grano y en la ganadería, los animales no tienen qué comer y tampoco qué beber».

A las negativa situación climatológica, García suma la «falta de diálogo con la consejera y el gobierno de Fernández Vara». El presidente de Asaja insiste una y otra vez en «la necesidad de crear una Consejería de Agricultura y Ganadería, que puede incluir también la agroindustria, que sea capaz de dar respuestas a los problemas del sector agrario».

García señala que no sólo Asaja reclama la creación de esta cartera, «sino que es una reivindicación histórica de todas las organizaciones ante la que el Gobierno hace oidos sordos». «El PIB de nuestra región está basado fundamentalmente en el sector agrario y hay que dedicarle mucho más tiempo del que actualmente se le está dedicando» por un exceso de competencias en la actual estructura de la Consejería de Medio Ambiente y Rural Políticas Agrarias y Territorio. En su opinión en el sector agrario «estamos totalmente desamparados y, por poner dos ejemplos, el Consejo Agrario sólo se ha reunido dos veces esta legislatura y la Mesa por la Sequía, ninguna».

La actual lucha por un tren digno, en opinión de García Blanco «está muy bien; nosotros apoyamos esta reivindicación, pero el tren no va a solucionar los problemas actuales del sector agrario».