El Aston Martin DBS plateado que condujo James Bond (Sean Connery) en la película Goldfinger y Thunderball fue vendido ayer en una subasta por 2,98 millones de euros. Un coleccionista americano pagó por el vehículo, de 1964, y los gadgets que le hicieron célebre, como las armas ocultas y el escudo antibalas. El vendedor del coche del agente 007 había pagado por él 12.000 euros en 1969.