Dos días en el campamento de Dajla, en el desierto del Sáhara argelino, y Javier Bardem ya parece un auténtico saharaui. El actor soñaba con visitar a los refugiados del Sáhara Occidental y ansiaba que fuera en el campamento de Dajla, el más lejano, el más puro, donde mejor se respira la dura realidad de este pueblo. El viento se levantó ayer y Bardem optó por el turbante (foto), empapándose de las esencias de la resistencia. Ya en los primeros días de su estancia, el actor arrimó el hombro para ayudar a montar instalaciones del festival de cine. Un episodio resume su implicación en Dajla. El actor paseaba entre las dunas y un coche se quedó clavado. El saharaui que lo conducía le dijo: "Javier, ven y empuja, que seguro que hace mucho que no lo haces".