Comportamiento sumamente exquisito. Amabilidad por encima de todo. "Han sido encantadores desde el primer día, y eso que vinieron decenas de personas días antes y trabajaron sin cesar durante un montón de horas para prepararlo todo con sumo detalle", señaló un portavoz de la cadena española Riu Hotels&Resorts, que elogió la profesionalidad y discreción con la que, durante muchas semanas, estuvieron preparando la estancia en sus instalaciones de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton.

La extensa comitiva norteamericana pasó, el pasado jueves y viernes, los últimos días de su larga gira por siete países del Africa subsahariana, en un hotel español en Isla de Sal, del archipiélago de Cabo Verde, el Riu Garopa. Ocuparon 110 de las 1.000 habitaciones que tiene el complejo vacacional. Durante su estancia en el hotel, Clinton comió y cenó en sus instalaciones, pese a tener el majestuoso Air Force One en el aeropuerto internacional Amílcar Cabral, de la Isla de Sal. Además, se entrevistó en un salón del mismo hotel, el pasado jueves, con una delegación del Gobierno de Cabo Verde encabezada por su primer ministro, José María Neves, que estuvo acompañado, entre otros, por el ministro de Relaciones Internacionales, José Brito.

BUENA IMPRESION Clinton, que conversó sobre temas de cooperación bilateral, con énfasis especial en las cuestiones económicas, llegó a comentar al abandonar Cabo Verde que era uno de los puntos que mejor impresión le habían causado y en el que había encontrado muchos síntomas de mejora. La secretaria de Estado norteamericana, que durante once días visitó Kenia, Suráfrica, Angola, la República Democrática del Congo, Nigeria, Liberia y Cabo Verde, posó, antes de abandonar el centro el pasado viernes, con buena parte de los empleados del hotel. Incluso hizo un recorrido por las instalaciones para agradecer las atenciones recibidas.

CADENA MALLORQUINA El Riu Garota no es el único hotel que la cadena mallorquina posee en Cabo Verde. También está el Fumana Riu Hotels&Resorts, que posee un centenar de centros vacacionales en 17 países, todos ellos construidos frente a buena parte de las mejores playas del mundo.