Al menos 84 musulmanes murieron el lunes en el sur de Tailandia después de violentos enfrentamientos con el Ejército y la policía. Sólo seis de las víctimas presentaban heridas de bala, mientras que las otras 78 murieron asfixiadas en los furgones en los que iban tras su arresto.

"El estado de los detenidos era débil debido al ayuno del Ramadán. Cuando les metieron en los coches atestados se encontraron sin aire para respirar", explicó el portavoz de Justicia, Manit Suthaporn.

El sur de Tailandia, región en la que más del 80% de sus habitantes son musulmanes, es escenario de episodios de violencia desde enero protagonizados por el movimiento separatista musulmán.

Este último episodio se registró en Tak Bai cuando unos 3.000 manifestantes que pedían la liberación de seis musulmanes detenidos agredió con piedras a la policía.