Al menos nueve reclusos y guardas de prisión perdieron la vida ayer durante una frustrada tentativa de evasión que tuvo lugar en una cárcel de alta seguridad en Bagdad. El incidente se produjo cuando reclusos sospechosos de pertenecer a la insurgencia, algunos de ellos extranjeros, se apoderaron de armamento e intentaron huir.

El Ejército de EEUU desmintió la cifra de 20 detenidos muertos proporcionada previamente por el Ministerio de Interior y la policía local. Los sucesos se iniciaron cuando un preso iraquí se apoderó del rifle de un guarda al amanecer, justo cuando un grupo de detenidos de alto riesgo estaba siendo conducido a realizar labores de limpieza.

Tras saquear el depósito de armas de la prisión, el grupo de amotinados liberó a más compañeros. La revuelta fue aplastada por tropas iraquís y estadounidenses.