"Dice mucho de usted que estuviera más interesado en la verdad que en su libertad", dijo el juez Mark Stoltz a James Woodward, un hombre negro de 55 años, cuando el martes lo dejó en libertad. La verdad, en este caso, se cifra en 27 años, el tiempo que Woodward pasó en prisión por la violación y el asesinato de su novia, un crimen del que siempre dijo que era inocente hasta el punto de que no pudo acogerse a beneficios penitenciarios por no admitirlo. Finalmente, las pruebas de ADN han concluido que Woodward es inocente, lo que le convierte en el preso liberado por este test que más tiempo ha pasado en una cárcel de EEUU.

Para Woodward, todo empezó el 31 de diciembre de 1980, cuando el cadáver de su novia de 18 años fue encontrado en Dallas (Tejas). La chica había sido violada y estrangulada. En julio de 1981, Woodward fue condenado en base a pruebas circunstanciales y a la declaración de dos testigos, uno de los cuales rectificó tiempo después su versión.

Woodward se mantuvo en sus trece de que era inocente y empezó un proceso legal que incluyó cartas a la policía y los fiscales, seis peticiones de apelación y dos solicitudes de pruebas de ADN. Solo logró ser considerado un "abusador" del sistema hasta que The Innocence Project, un centro legal especializado en errores judiciales, tomó su caso. "Doy gracias a Dios porque existe The Innocence Project, ya que sin ellos no estaría ahora aquí", declaró, ya libre, Woodward.

La excarcelación de Woodward por la prueba del ADN (el semen que había en el cuerpo de la víctima no era suyo) lo convierte en el cason número 217 de estas características en EEUU, desde que en 1989 hubo el primero. Sin contar a Woodward, solo en el condado de Dallas ha habido 18 casos de este tipo, y en Tejas, 31. Los defensores de los derechos civiles indican que esto no es casualidad y que prueba los errores de un sistema que castiga a los negros (de los 217 casos, 133 eran negros). Fuentes del condado de Dallas, en cambio, dicen que el alto número de errores enmendados se debe a que el laboratorio guarda las muestras de los crímenes, algo que no siempre ocurre en el resto del país y que permite revisar casos antiguos.

Irregularidades

La cuestión es que la revisión del caso ha desvelado graves irregularidades. Así, la fiscalía no investigó ni informó a la defensa de que la víctima se citaba en el momento de su muerte con otros dos hombres además de Woodward. La noche del crimen, la víctima estaba con Theodore Blaylock, que tres semanas después de la muerte cometió una violación por la que fue condenado y acabó siendo tiroteado cuando forzaba a otra mujer en un coche en 1982.

Esa noche, la víctima también estuvo con otros dos hombres que hoy tienen antecedentes por delitos sexuales. Ninguno de ellos fue investigado.

"Lo primero que voy a hacer es respirar aire fresco. No sé qué esperar. No he estado en Dallas desde que los autobuses eran azules", fue lo primero que dijo Woodward ya libre.