Alemania sigue siendo uno de los objetivos principales del terrorismo islámico. Así lo reconoció ayer una portavoz del Ministerio del Interior, después de que la policía detuviese en Colonia a dos presuntos terroristas y la Oficina de Investigación Criminal emitiera una orden de busca y captura contra otros dos jóvenes que podrían haber entrado en el país en los últimos días procedentes de campos de entrenamiento para terroristas, en la frontera entre Pakistán y Afganistán.

Abdirakaz B, somalí de 23 años, y Omar D, alemán nacido en Mogadiscio, de 24 años, se encontraban a bordo de un avión de la compañía holandesa KLM, a punto de despegar rumbo a Amsterdam. Iban desarmados y no opusieron resistencia. Según los medios alemanes, no pensaban secuestrar el avión. Según la portavoz policial, ambos habían dejado "significativas cartas de despedida", que demostraban que querían convertirse en mártires de la yihad , la guerra santa.