Las fuerzas de seguridad saudís abatieron ayer al presunto dirigente de Al Qaeda en Arabia Saudí y toda la península Arábiga, en un nuevo golpe a la organización terrorista, que desde hace dos años intenta desestabilizar al régimen saudí. Al Qaeda acusa a las autoridades saudís de aliarse con los "infieles", en referencia a la presencia de tropas de EEUU en el territorio.

Según fuentes oficiales, el marroquí Yunes Hayari murió en la madrugada de ayer en una refriega entre la policía y un grupo de hombres armados que se escondían en un edificio del barrio de Al Rauda, al este de la capital. Al llegar la policía y rodear el edificio con vehículos blindados, los extremistas islamistas atacaron a los sitiadores y se desató un intenso tiroteo.

VARIOS HERIDOS Fuentes policiales informaron de que se produjeron "varios heridos". El Ministerio de Interior confirmó la muerte de Hayari, de 36 años, y la detención de dos de sus cómplices. También precisó que el terrorista marroquí había ayudado a preparar explosivos y había participado en varios atentados.

Hayari, junto a sus dos colaboradores, estaba en la lista de los 36 hombres más buscados por las autoridades saudís, comunicada la pasada semana, y que contenía los nombres de los principales sospechosos de perpetrar o planificar atentados terroristas en el reino saudí.

CAMPAÑA DESDE MAYO DEL 2003 El anterior jefe de Al Qaeda en la península Arábiga, Abdelaziz al Muqrin, cayó abatido en un enfrentamiento similar con las fuerzas saudís el pasado año, junto a varios de sus lugartenientes. Expertos antiterroristas europeos consideran que Al Qaeda ha mostrado mucha resistencia y habilidad para regenerarse, pese a los sucesivos golpes policiales a su cúpula en este país.

El grupo terrorista lanzó en mayo del 2003 una intensa campaña contra el régimen saudí, por su alianza con los "infieles" de EEUU en un país que alberga los santuarios más importantes del islam, entre ellos las ciudades de La Meca y La Medina.

Desde esa fecha, los atentados de Al Qaeda en Arabia Saudí --país de origen del fundador de la organización, Osama bin Laden-- han causado un centenar de muertos entre los civiles (saudís y extranjeros), 41 entre las fuerzas de seguridad y 112 supuestos terroristas abatidos.

Las autoridades saudís, entre ellos el príncipe Abdalá --que gobierna de facto debido a la larga enfermedad que afecta al rey Fahd--, han jurado que no tendrán clemencia con los que llaman "desviados", en referencia a los que se han apartado de la "recta vía" del islam.

El pasado sábado, un hombre fue detenido en la misma zona de la capital donde falleció Hayari y otros dos se rindieron en una operación policial. Seis policías resultaron heridos leves, según informó el Ministerio de Interior.

RECOMPENSA El régimen de Riad ha ofrecido 1,5 millones de euros a cualquier persona que ayude a capturar a un extremista o desvele cualquier plan para perpetrar un atentado. El régimen de Arabia Saudí posee el 60% de las reservas de petróleo del mundo. Se considera un país clave para garantizar la estabilidad en la convulsa región del golfo Pérsico.