El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, retomó ayer en Bruselas los esfuerzos de su colega Hillary Clinton por convencer a los aliados de la OTAN de que es necesario que se impliquen con más efectivos militares y civiles en la guerra de Afganistán. Ante la reunión del Atlántico Norte, que reúne a los embajadores de los 26 países de la Alianza,admitió que la organización no estaba "ganando la guerra", pero añadió que "la guerra está lejos de estar perdida" y que es necesario reaccionar, porque la inestabilidad en la región amenaza la seguridad de todos.

"El deterioro de la situación en la región impone una amenaza a la seguridad, no solo a EEUU, sino a toda nación alrededor de esta mesa", recordó sobre la situación en Afganistán y en Pakistán. Fue allí, dijo, donde Al Qaeda planeó los atentados de Nueva York, Londres, Madrid, y donde los miembros de la Alianza, insistió, se tienen que enfrentar conjuntamente a este grupo terrorista.