Fútbol, pesca y cerveza con amigos. Con eso sueña el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cada vez más seguro de que su herencia política no corre peligro. La candidata del Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, ya le saca casi 26 puntos de ventaja a su inmediato competidor en las elecciones presidenciales del 3 de octubre.

La última encuesta de la influyente red O Globo le otorga el 51% de los votos frente al 25% que le da al opositor socialdemócrata José Serra. Con el triunfo electoral en primera vuelta al alcance de la mano, la exguerrillera se permitió recientemente un momento glamuroso al reunirse con Benicio del Toro, el actor que encarnó a Ernesto Che Guevara. La campaña de Dilma sorprende a propios y extraños, y se debe en gran parte a Lula, que tiene una popularidad que acaricia el 80%.