Crece la tensión en Basora. Al grito de "no a la ocupación" y "británicos terroristas", cientos de iraquís, entre ellos muchos policías, protagonizaron ayer una marcha de protesta contra el Ejército del Reino Unido, que el lunes liberó a dos de sus soldados detenidos en una comisaría de la ciudad, empotrando sus tanques contra el recinto.

Algunos de los manifestantes de Basora, ciudad shií a 550 kilómetros al sur de Bagdad, iban armados con pistolas y fusiles de asalto. Las pancartas denunciaban la "agresión británica" y pedían que Londres entregue a los dos militares de las fuerzas especiales para juzgarlos por "terroristas".

El Gobierno británico justificó la liberación por la fuerza de los soldados tras comprobar que la policía iraquí los había entregado a una milicia shií, extremo que negó el Gobierno de Bagdad. Un diputado iraquí dijo, no obstante, que los milicianos tenían previsto canjearlos por dos dirigentes del Ejército del Mehdi, del clérigo radical shií Moktada al Sadr, arrestados el domingo por las fuerzas británicas.

El ministro de Defensa británico, John Reid, apoyó la forma en que el Ejército de su país resolvió la crisis, y lo hizo en presencia del primer ministro iraquí, el shií Ibrahim Yafari, que viajó a Londres para tratar lo sucedido.

INFILTRADOS En una entrevista a la BBC, el consejero de seguridad nacional iraquí, Mowafak al Rubaie, calificó la operación británica de "violación de la soberanía". Pero Rubaie reconoció que miembros de los grupos armados han conseguido infiltrarse en las fuerzas de seguridad iraquís, sobre todo en la policía.

Algunas fuentes afirman que el 60% de la policía de Basora tiene lazos con las milicias shiís. Según informó ayer la web de la televisión qatarí Al Jazira, tropas de EEUU arrestaron ayer al jefe de policía y a 60 agentes de Al-Dhuluiya, en el norte de Bagdad, después del ataque a dos convoyes militares de EEUU.