La Marina de EEUU liberó ayer al capitán del carguero mercante Maersk Alabama , Richard Phillips, de 53 años, retenido desde el pasado miércoles por piratas somalís en el golfo de Adén. El marino fue rescatado sano y salvo y tres de los cuatro captores murieron en la operación. El presidente estadounidense, Barack Obama, se mostró contento por el final feliz del secuestro y apeló a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para impedir la piratería.

Durante todo el día de ayer, los somalís no ocultaron el temor a que se produjera un ataque por parte de EEUU para liberar al marino. La presencia del destructor estadounidense USS Brainbridge , que desde el jueves vigilaba de cerca el bote en el que retenían a Phillips, se completó ayer con la presencia de helicópteros y aviones de observación estadounidenses que sobrevolaban la región de Puntlandia. Querían impedir que otras embarcaciones pudieran acercarse a la lancha donde estaba retenido el capitán.

INDIGNACION Y PROTESTAS En medio de una gran tensión, las negociaciones sobre el cobro de un presunto rescate se reanudaron ayer en las localidades costeras de Garacad y Haradhere, informaron fuentes somalís que no fueron confirmadas por el lado estadounidense. Los secuestradores aterrorizaron a la población civil evocando la posibilidad de que EEUU lanzara un ataque aéreo sobre las localidades costeras de la región, escondite de los piratas donde reciben apoyo de buena parte de la población. El Maersk Alabama , llegó el sábado al puerto de Mombasa, su destino original, a donde se dirigía cuando fue atacado con un cargamento de contenedores de comida del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas. En Mombasa, los marineros confirmaron que el capitán se había entregado a los piratas para permitir la liberación del resto de tripulantes.