Jodorkovsi, de 47 años, es un antiguo miembro del aparato burocrático de la Unión Soviética que aprovechó sus contactos para hacerse con una fortuna a través de las privatizaciones. A finales de los 90, convirtió a su compañía, Yukos, en la mayor petrolera rusa con un valor bursátil que superaba los 15.000 millones de euros. Su caída en desgracia coincidió con el primer mandato de Vladimir Putin como presidente. Tras la detención de Jodorkovski en el 2003, Yukos entró en bancarrota. Desde su prisión en Siberia ejerció como el principal rival de Putin.