El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aceptó ayer la dimisión del jefe de la Administración presidencial, el hasta ahora influyente Aleksandr Voloshin, y nombró en su lugar a Dmitri Medvedev, primer vicejefe de esta institución. La renuncia de Voloshin es interpretada como una victoria de los llamados siloviki (representantes de las estructuras de fuerza Ejército y servicios secretos) dentro del Kremlin en su pugna con el sector liberal y favorable a las reformas económicas a raíz del encarcelamiento del empresario petrolero Mijail Jodorkovski.

MENSAJE DEL PRESIDENTE

Según varios medios de prensa, Voloshin había presentado su renuncia el pasado sábado en respuesta a la detención de Jodorkovski. Su marcha constituye una clara señal del presidente Putin de que no piensa dar marcha atrás en su acoso a Jodorkovski, al tiempo que advierte a los magnates que se hicieron ricos durante el mandato de Boris Yeltsin gracias a las privatizaciones de que no tolerará la disidencia política ante las próximas citas electorales en el país.

Además, la Fiscalía General de Rusia embargó ayer el 53% de las acciones de la mayor petrolera rusa, Yukos, en el curso de la investigación contra Jodorkovski, encarcelado el sábado bajo la acusación de "evasión fiscal y fraude a gran escala".

Las acciones embargadas pertenecen jurídicamente a un grupo de accionistas minoritarios. Sin embargo, los fiscales se apoderaron de los valores de Yukos con el pretexto de que su propietario real era Jodorkovski. El magnate oficialmente controla el 9,5%.

La junta directiva de Yukos declaró ayer que la iniciativa de la fiscalía "es totalmente arbitraria, porque contradice a las normas del derecho procesal". Las acciones embargadas estaban controladas por Yukos Universal Limited y Hully Enterprises, compañías con capital ruso registradas en el extranjero.

NUEVO DESPLOME

La decisión de la fiscalía rusa paralizó el funcionamiento normal de la petrolera Yukos y ocasionó un nuevo desplome de sus acciones en la bolsa. El pasado lunes, los valores de la compañía cayeron un 20%, provocando un descenso del índice general de la Bolsa de Moscú del 10%.