Un grupo de excolaboradores del presidente de EEUU, George Bush, y de su padre, el expresidente Bush, han puesto en marcha una empresa de consultoría para aprovechar las "oportunidades de naturaleza y alcance sin precedentes" creadas en Irak tras la caída de Sadam Husein.

La empresa New Bridge Strategies, creada en mayo nada más acabar la guerra, está dirigida por Joseph M. Allbaugh, un veterano político de Tejas que dirigió la campaña de Bush en el 2000 antes de ser nombrado director de la Agencia de Manejo de Emergencias Federales, donde estuvo hasta marzo, según reveló ayer el diario The New York Times .

Entre sus directivos figuran, además, Edward Rogers y Lanny Griffith, que trabajaron para el expresidente Bush. La esposa de éste último, Edwina Griffith, fue hasta el pasado noviembre directora adjunta del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca. Otros cargos de peso están ocupados por Richard Burt, al que Ronald Reagan envió como embajador a Alemania, y lord Powell, importante asesor militar y de política exterior de la exprimera ministra británica Margaret Thatcher.

La compañía no trata de aprovechar sus conexiones políticas ni de competir por obtener contratos para reconstruir Irak, dijo ayer su presidente, John Howland, un inversor tejano que presidió American Rice, antigua exportadora de alimentos para el régimen de Sadam. Su intención es --añadió-- hacer de intermediaria y asesora de empresas que quieran hacer negocios en Irak.

La mina de oro que estos negocios representan está siendo explotada ya por firmas vinculadas con la Administración de Bush, como Kellog, Brown and Root, subsidiaria de Halliburton, la compañía del sector petrolero donde trabajó el vicepresidente, Dick Cheney. Washington le adjudicó a Kellog un contrato de 500 millones de dólares (438 millones de euros, 72.877 millones de pesetas) para apagar incendios en los pozos de petróleo.

ARRESTOS POR GUANTANAMO

Las autoridades estadounidenses arrestaron ayer en el aeropuerto de Boston a Ahmed Mehalba, un médico que trabajaba como traductor en la prisión de Guantánamo (Cuba), por estar en posesión de documentos, presuntamente secretos, sobre esas instalaciones, donde EEUU retiene a miembros de Al Qaeda y del Talibán.