Después de casi dos años de continuo desorden, caos y criminalidad, la seguridad ciudadana ha vuelto a la empobrecida Gaza. Las medidas adoptadas por Hamás en su pax islámica , impuesta a sangre y fuego tras doblegar a Al Fatá y hacerse con el control del territorio, han devuelto la confianza a los ciudadanos. Manda Hamás.

Hasta los clanes del crimen organizado se están rindiendo. El jueves, los islamistas detuvieron a 400 hombres de la familia Abú Amra. La consigna es clara: una sola ley y una sola arma. La de la fuerza ejecutiva, la policía de Hamás, ilegalizada por Abbás y privada de sueldos, pese a ser la única con autoridad en Gaza.

La mano dura se ha unido a una amnistía para las fuerzas de seguridad de Al Fatá.