Un informe redactado en el Pentágono a petición del presidente estadounidense, Barack Obama, critica el aislamiento de los presos de la cárcel de Guantánamo y recomienda que les sea permitida más interacción religiosa y social entre ellos, incluso a los que están instalados en el campamento conocido como Campo 7, con altas medidas de seguridad. El informe, redactado por el almirante Patrick M. Walsh, concluye que los prisioneros de este centro son tratados según lo establecido en la Convención de Ginebra, incluso en casos muy polémicos como los que han emprendido una huelga de hambre y han sido alimentados de forma forzosa.

El informe es uno de los que ordenó Obama cuando firmó la orden ejecutiva por la que decretó el cierre de Guantánamo en un año. Otro estudio debe ofrecer recomendaciones sobre qué hacer con los presos cuando se cierre la cárcel. Para tratar este tema ayer viajó a la isla el fiscal general, Eric Holder.

CONTROVERSIA El aislamiento al que están sometidos los presos en Guantánamo ha generado críticas de los abogados de los detenidos. Walsh recomienda que a los presos se les permita rezar y pasear como mínimo en grupos de tres. La cuestión de las huelgas de hambre (según el Pentágono, al menos 40 detenidos la están cumpliendo) también genera controversia, ya que la política oficial es obligarles a ingerir alimentos. Según Walsh, esta decisión cumple la Convención de Ginebra, ya que el tratado internacional indica que la vida de los detenidos debe preservarse. El almirante también encuentra adecuada la temperatura de las celdas.