Un grupo de hombres armados mató ayer a tiros a un empleado de la Embajada de Rusia en Bagdad y secuestró a otros cuatro en el barrio de Al Mansur, al oeste de la capital. El Gobierno de Moscú solo confirmó que entre los rehenes se encontraba el tercer secretario de la legación, mientras que los demás eran "colaboradores". Las autoridades rusas formaron una célula de crisis para lograr la liberación de los secuestrados "lo más pronto posible". En otras acciones armadas, al menos 45 personas murieron ayer en Irak, la mayoría de ellas en un atentado con coche bomba en Basora, en el extremo sur del país.

En el ataque contra ciudadanos rusos en el barrio de Al Mansur, sede de varias embajadas, los asaltantes, con dos coches, cerraron el paso del vehículo con matrícula diplomática en el que viajaban los empleados de la legación rusa, según la versión del Ministerio de Interior iraquí. Acto seguido, abrieron fuego contra el coche. Después, se llevaron a los cuatro supervivientes del tiroteo a bordo de un turismo y de un microbús.

PARADA PARA COMPRAR Algunos testigos aseguraron que, poco antes del ataque, las víctimas se habían detenido en un comercio a comprar comida. No es la primera vez que los grupos armados atentan contra personal de las embajadas acreditadas en Irak con el objetivo de forzar la salida de los países que tienen abiertas legaciones en el país.

Por lo que respecta al atentado en Basora, este se produjo en una plaza de la parte vieja de la ciudad, que alberga un mercado. La explosión mató al menos a 27 personas y dejó heridas a otras 30. La ciudad, de población mayoritariamente chií, es de gran valor estratégico para la economía del país, por ser una vía de salida del petróleo iraquí.

Esta semana, el primer ministro, el chií Nuri al Maliki, decretó el estado de excepción en Basora, en un intento por poner freno a la ola de violencia en la ciudad, que alberga la principal base de las tropas británicas.

En Baquba, a 60 kilometros de Bagdad, un grupo armado atacó con proyectiles de mortero, granadas y armas automáticas un control policial y mató a siete agentes, mientras que otras 10 personas fueron heridas.

CABEZAS CORTADAS También en Baquba, la policía halló las cabezas de siete hombres, al parecer sunís. En un nota, junto a las víctimas, se acusaba a uno de los muertos, un imán, de ser el responsable del asesinato de cuatro chiís. Otros cuatro cadáveres, con signos de tortura, aparecieron en diferentes partes de Bagdad. Ante esta ola de violencia, Maliki dará a conocer hoy los nombres de los ministros de Interior, Defensa y Seguridad.