El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, salvó ayer la vida en un atentado. Al menos seis terroristas abrieron fuego y lanzaron una granada contra el mandatario afgano durante el desfile militar que se celebraba en la capital, Kabul, para conmemorar el 16º aniversario de la caída del Gobierno prosoviético y la derrota de las tropas comunistas en Afganistán.

Karzai resultó ileso, pero tres civiles murieron: un niño de 10 años, un diputado y el jefe de una pequeña tribu. Además, 11 personas resultaron heridas de distinta gravedad.

Minutos después de sufrir el cuarto ataque contra su vida desde que preside el país (2001), Karzai compareció en televisión para denunciar: "Los enemigos de la seguridad y el progreso han intentado interrumpir la ceremonia, y causar desorden y terror". Por otra parte, el presidente afgano informó de que "las fuerzas militares rodearon a los atacantes rápidamente y detuvieron a algunos de ellos".

REIVINDICACION Un portavoz de los talibanes, Zabihulá Muyahid, reivindicó el atentado y explicó que al menos tres de sus milicianos habían muerto y que otros tres lograron huir tras el ataque "con armas ligeras y granadas autopropulsadas".

En el acto también estaba presente el comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para Afganistán (ISAF), el general estadounidense Dan McNeill, así como el embajador de Gran Bretaña, Sherard Cowper-Cowles. El diplomático efectuó un detallado relato de los hechos: "Al final de la salva de 21 disparos, oí una explosión y vi una nube de humo a la izquierda del desfile, y luego sonaron disparos en todas direcciones. Tras unos momentos de duda, mi guardaespaldas me sacó en cuclillas".

A la ceremonia asistían asimismo varios ministros del Gobierno afgano, que huyeron despavoridos entre los miles de asistentes, informaron fuentes oficiales. Los parlamentarios se pusieron a cubierto antes de abandonar la zona protegidos por los servicios de seguridad, junto con Karzai y el general McNeill, que fueron evacuados en una furgoneta.

En los momentos posteriores al ataque, los soldados participantes en la ceremonia se pusieron a cubierto mientras las tropas armadas y los guardaespaldas personales del presidente Karzai devolvían el fuego desde posiciones protegidas.

CUARTO INTENTO El presidente afgano había sobrevivido ya a tres intentos de asesinato. Además del sufrido ayer, Karzai se libró de uno en el 2002, protagonizado por un guardia que disparó contra el vehículo presidencial en Kandahar, y de otro en el 2004, cuando un hombre fue detenido en Gardez con una bomba que iba dirigida directamente contra él. Asimismo, el año pasado, unos talibanes lanzaron cohetes contra la escuela de Ghazni mientras el presidente la visitaba.