La amenaza terrorista en el Reino Unido ha pasado de ser "inminente" a "altamente probable". El Gobierno británico redujo ayer el nivel máximo de alerta puesto en marcha el pasado jueves tras la detención de 24 personas sospechosas de intentar atentar contra 10 aviones de pasajeros con destino a EEUU.

La medida ha podido estar motivada por la enorme presión que sufren las autoridades, especialmente por parte de las compañías aéreas, que son incapaces de solventar el caos que desde hace cinco días afecta a algunos aeropuertos británicos, y que les causa pérdidas millonarias.

En una rueda de prensa, el ministro de Interior, John Reid, explicó ayer que el cambio en el nivel de alerta, de "crítico" a "grave", no significa que la amenaza haya desaparecido. Reid volvió a pedir a la población "que se mantenga vigilante".

A pesar de insistir en que los principales sospechosos de formar parte de la trama terrorista desarticulada se encuentran detenidos, el ministro avisó de que "puede haber otras personas por ahí sueltas que planeen un atentado contra el Reino Unido".

IGUAL QUE TRAS EL 7-J Con el nivel de alerta "grave" se vuelve al mismo nivel que ha estado vigente en suelo británico desde los atentados del 7-J, en los que el verano pasado murieron 56 personas, incluidos cuatro terroristas suicidas.

Por su parte, el Gobierno de EEUU también decidió ayer reducir los niveles de alerta para los vuelos procedentes del Reino Unido de "código rojo" a "código naranja". Este descenso en el grado de amenaza supone la relajación de las medidas de seguridad de los aeropuertos, lo que se espera que ayude a paliar los retrasos y cancelaciones.

Desde ayer, vuelve a estar permitido subir equipaje de mano a bordo de los aviones, aunque su tamaño no podrá ser mayor que el de la bolsa de un ordenador portátil. Estas medidas no entrarán en vigor hasta esta tarde en los aeropuertos londinenses de Heathrow y Gatwick, los más afectados.

La relajación en los controles también permite subir a los aviones aparatos electrónicos como ordenadores portátiles, reproductores de música o móviles, aunque estos deberán pasar un control de rayos X. No ha habido cambios en relación a los líquidos. Siguen estando vetados, en todos los vuelos, a excepción de medicinas recetadas y de la leche para bebés que los padres deberán probar antes de embarcar.

Mientras, la policía sigue efectuando registros en varias viviendas y ayer llevaba a cabo un espectacular rastreo de un bosque cercano al lugar donde se efectuó una de las redadas, en el que se busca un arsenal de explosivos y detonadores.