El senador vitalicio y siete veces expresidente del Gobierno italiano, Giulio Andreotti, era el referente político que Cosa Nostra, la mafia de Sicilia, tenía en Roma. Esta acusación contra el incombustible político italiano, de 83 años de edad, fue formulada ayer en el tribunal de Milán por Nino Giuffre, el último de los mafiosos arrepentidos, en el proceso de apelación que se se sigue contra el exprimer ministro democristiano.

Respondiendo a las preguntas de la fiscal, Giuffre declaró, como testigo de la acusación, que el eurodiputado Salvo Lima era la conexión de Cosa con Andreotti, pero que también tenía otros canales. Giuffre añadió que "gracias a Andreotti, Cosa Nostra vivió un periodo de impunidad". A cambio, según afirmó el testigo, durante más de 10 años, los integrantes de Cosa Nostra votaban y pedían el voto para la Democracia Cristiana.

NADA NUEVO

Andreotti, que asistió personalmente a la vista, aseguró que se había tratado de "otra jornada inútil y escuálida", al señalar la escasa consistencia del testimonio del mafioso y las numerosas contradicciones en las que incurrió. "Hoy no se ha dicho nada nuevo", subrayó en referencia a las acusaciones en su contra.

Andreotti fue absuelto en un tribunal de Palermo de la acusación de asociación mafiosa, pero la fiscalía recurrió y solicita 10 años de cárcel.