Slobodan Milosevic descansará para siempre en su patria chica, en Pozarevac, localidad situada a 70 kilómetros al sur de Belgrado. Allí recibirá sepultura el sábado, sin honores de Estado, pero también sin la consideración de criminal de guerra que merecería el hombre que, persiguiendo su sueño de la Gran Serbia , dejó 200.000 muertos por el camino, en tres guerras. Los restos mortales del carnicero de los Balcanes fueron trasladados ayer desde Amsterdam a Belgrado, donde el cadáver será expuesto a partir de hoy al público, en una carpa instalada en la calle.

Un avión de las líneas aéreas serbias JAT aterrizó en Belgrado a primera hora de la tarde con el cuerpo de Milosevic, depositado en un féretro de roble macizo. Los actuales dirigentes del Partido Socialista de Serbia (SPS) se encargaron de cubrir el ataúd con una bandera serbia, sobre la que depositaron un ramo de rosas rojas antes de introducirlo en un coche fúnebre para su traslado a una morgue. Apenas unos cientos de personas acudieron a recibir los restos de quien fue el hombre fuerte de los Balcanes, hallado muerto el sábado en su celda del Tribuna Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) de La Haya.

LA FAMILIA, EN MOSCU Los abogados de la familia Milosevic fueron los encargados del traslado del cuerpo desde Amsterdam, ya que su hijo, Marko, regresó a Moscú para reunirse con su madre, Mirjana Markovic, y el hermano mayor del exdirigente, Borislav. La hija de Milosevic, Marija, reside en Montenegro.

El camino para enterrar a Milosevic en su tierra natal se despejó en el momento en que las autoridades serbias decidieron el jueves suspender la orden de captura que pesa sobre su viuda, considerada la eminencia gris del régimen. El ministro de Interior, Dragan Jocic, reiteró ayer que ha recibido instrucciones para incautar el pasaporte de Markovic si vuelve al país.

En Moscú, mientras, los forenses rusos dieron por buena la autopsia realizada a Milosevic, según la cual falleció de un infarto de miocardio. No obstante, a la espera de los exámenes toxicológicos, sólo circulan hipótesis sobre cómo llegaron a las manos de Milosevic unos medicamentos contraindicados para su hipertensión, que pudieron ser la causa de su muerte. El Parlamento ruso pidió una investigación internacional.

Además, el presidente del TPIY, Fausto Pocar, pidió a los jueces del proceso de Milosevic el levantamiento del secreto sobre algunos documentos, lo que puede atañer a los informes médicos. Con su muerte antes de ser condenado, Milosevic ha dejado muchos misterios.