El Partido Laborista israelí celebró ayer las primarias para escoger a su candidato a primer ministro en las elecciones del 28 de enero. De entre los tres candidatos --el exministro de Defensa Binyamin ben Eliezer; el alcalde de Haifa, Amram Mitzna, y el parlamentario Haim Ramon-- era, precisamente, el recién llegado, Mitzna, un moderado, a quien todas las encuestas daban una clara ventaja.

Los índices de participación durante toda la jornada también soplaron a favor suyo, ya que la asistencia fue alta en Haifa y Tel-Aviv --dos plazas en las que se esperaba una contundente victoria de Mitzna-- y baja en los sectores drusos y árabes, zonas en principio favorables a Ben Eliezer.

CONFIANZA EN EL TRIUNFO

Confiado en su victoria, Mitzna anunció decisiones que tomará si es elegido primer ministro: desmantelar los asentamientos en la franja de Gaza y retirada de Cisjordania tras iniciar un proceso de negociación con los palestinos.

Sin embargo, la sensación más extendida entre los comentaristas y los propios laboristas es que las primarias eligieron al hombre que perderá las elecciones ante Ariel Sharon o Binyamin ben Eliezer.