El presidente montenegrino saliente, Filip Vujanovic, fue reelegido ayer en el cargo con el 52,4% de los votos --según las primeras estimaciones--, en las primeras elecciones presidenciales que celebra esta exrepública yugoslava desde la separación de Serbia, en el 2006. Si se confirman estos resultados facilitados anoche por el CEMI, una organización que participó como observadora en los comicios, Vujanovic no deberá ir a una segunda vuelta. La participación superó el 67%.

Ante la incapacidad de la oposición de presentar un único candidato, Vujanovic ya se había mostrado ayer convencido de renovar el mandato. "Estas elecciones mostrarán la voluntad de los ciudadanos de que Montenegro prosiga por la senda europea, y de afirmación de una política en la que las minorías podrán realizar plenamente sus derechos y de la política dedicada a la mejora de la vida de todos los ciudadanos". Pero su principal rival, Nebojsa Medojevic, del opositor Movimiento para los Cambios (PZP), crítico implacable del Gobierno, se mostraba seguro de que lograría forzar la segunda vuelta.

Vujanovic ha contado con el apoyo del primer ministro, Milo Djukanovic, cuyo Partido Democrático de los Socialistas está en el poder desde comienzos de los 90.

Las autoridades montenegrinas no han reconocido hasta ahora el nuevo Estado de Kosovo para no perjudicar las relaciones con la minoría serbia, que suma el 30% de los 650.000 habitantes de Montenegro. Vujanovic ha destacado que su Gobierno pretende ser "cuidadoso y equilibrado" para seguir manteniendo buenas relaciones con Serbia.