La ciudad de Nueva York eligió el 4 de julio, fiesta nacional de Estados Unidos, para colocar ayer la primera piedra de la Torre de la Libertad, el gigantesco edificio de 541 metros de altura que reemplazará a las Torres Gemelas, destruidas por los atentados del 11-S. Será "un símbolo de la fuerza de EEUU", proclamó desafiante el gobernador de Nueva York, George Pataki, durante la ceremonia.

"Nuestro enemigos subestimaron la capacidad de recuperación de esta ciudad", subrayó Pataki mientras se colocaba en la zona cero el bloque de granito, de 20 toneladas, que lleva una inscripción en memoria de las víctimas del 11-S. "En menos de tres años tenemos algo más que planes, hoy ponemos la piedra angular de una nueva torre", añadió, recordando los atentados.

UN NUEVO COMIENZO La nueva torre ha sido diseñada por el arquitecto Daniel Libeskind y es 130 metros más alta que las destruidas Torres Gemelas. Cuando se complete, en el 2009, será el edificio más alto del mundo. "Es un nuevo comienzo, y necesitamos dejar todo esto atrás", comentó John Foy, que perdió a su suegra en los atentados y acudió a la ceremonia como muchos otros familiares de las víctimas. En los ataques con aviones de pasajeros contra las torres perecieron 2.749 personas.

Por su parte, el presidente, George Bush, aprovechó el 4 de julio para hacer campaña electoral. Bush eligió el estado de Virginia Occidental, donde residen 200.000 veteranos del Ejército --el 15% de sus habitantes--, para seguir insistiendo en que la guerra contra Irak ha mejorado la seguridad de Estados Unidos.