La férrea unidad de la oposición contra las tesis belicistas del Gobierno se mostró ayer de nuevo cuando todos los grupos forzaron a que el pleno del Congreso de la próxima semana vote en secreto dos propuestas contra una eventual guerra contra Irak. La izquierda y los nacionalistas pretenden así que algunos diputados del PP rompan la disciplina, un temor que no tiene la cúpula conservadora que el lunes será aleccionada por su líder, José María Aznar.

IU echó mano de las posibilidades que da el reglamento de la Cámara baja para pedir una votación secreta mediante papeleta. PSOE, CiU, PNV, Coalición Canaria y Grupo Mixto apoyaron la iniciativa. Por tanto, el martes 4, Gobierno y oposición medirán sus fuerzas en la votación de una proposición del PP, otra del resto de los grupos y una moción de IU.

VICTORIA IMPOSIBLE

La mayoría absoluta que apoya a Aznar hace imposible que la oposición salga victoriosa. Sólo la indisciplina o ausencia de 16 diputados del PP --los que aventaja a la oposición--, derrotaría al Gobierno. Por ello, PSOE e IU apelaron ayer a la "conciencia" de los parlamentarios del PP.

Mariano Rajoy, Rodrigo Rato y Javier Arenas subrayaron que los diputados del PP votarán con el Ejecutivo "por convencimiento". La dirección del grupo popular no teme que suceda como en el Reino Unido donde 122 diputados laboristas votaron el miércoles contra Tony Blair.