Once de los 15 ministros del Gobierno de François Fillon son candidatos a las legislativas, con la advertencia del primer ministro de que los que pierdan o no logren el escaño, incluido él, deberán dejar el Ejecutivo. El Gobierno, bajo la omnipresencia de Sarkozy, ha comenzado a preparar las leyes sobre las reformas prometidas. Para acelerarlas, el Parlamento se reunirá en sesión extraordinaria en julio, después de constituida la Cámara con los resultados de la segunda vuelta, fijada para el 17 de junio. Las reformas más urgentes conciernen a la economía, la justicia, la educación y la inmigración. En economía, el Gobierno prepara la exoneración de impuestos y de cotizaciones empresariales sobre las horas extraordinarias, que tendrán que ser remuneradas con un 25% más que las ordinarias, dentro de la filosofía sarkozista de "trabajar más para ganar más".

También está prevista la eliminación del impuesto de sucesiones, la deducción fiscal de los intereses de los créditos hipotecarios y la prohibición de las indemnizaciones multimillonarias para los ejecutivos. El Ministerio de Justicia prepara la eliminación de la minoría de edad penal entre los 16 y los 18 años, y las penas mínimas para los delincuentes multirreincidentes. Una reforma universitaria y el endurecimiento de la política de inmigración están en proyecto.