El movimiento Al Fatah del presidente palestino, Yasir Arafat, dio ayer su visto bueno al Gobierno formado por el primer ministro, Abu Ala, en el que la cartera clave de Interior estará ocupada por Naser Yusuf, un general cercano al presidente palestino. Este acto político interno tuvo lugar la víspera del tercer aniversario del inicio de la segunda Intifada.

Un responsable de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), de la que forma parte Al Fatah, declaró que "se llegó a un acuerdo" en el comité central del movimiento sobre la composición del Gabinete, 10 de cuyos miembros han estado en todos los gobiernos formados desde la instauración de la Autoridad Nacional Palestina, en 1994. En cambio, otras fuentes aseguraron que el organismo puso reparos a cuatro ministros, cuya confirmación debía estudiarse anoche. La lista del nuevo Ejecutivo será sometida en dos o tres días a la aprobación del Parlamento, cuyo presidente saliente es Abu Ala.

EXIGENCIA

Israel y EEUU quieren, ante todo, que el nuevo primer ministro luche contra el terrorismo palestino. Ayer, la celebración del Año Nuevo en Israel estuvo marcada por la muerte, la noche del viernes, de un bebé y un colono judíos. Hoy se cumplen, además, tres años del inicio de la segunda Intifada, que ha costado la vida a un total de 3.496 personas (2.613 palestinos y 822 israelís).

Si en la primer Intifada (1987) fue la población palestina la protagonista con sus piedras, en la segunda los milicianos con sus rifles han abanderado la lucha contra la ocupación del Ejército de Israel, que ha empleado helicópteros, blindados y cazas.

Los atentados suicidas, antes muy esporádicos, pasaron a ser moneda de uso corriente después de que en septiembre del 2000 el entonces jefe de la oposición y ahora primer ministro, Ariel Sharon, fue a la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén. Un acto considerado como el pistoletazo de salida para la segunda Intifada, surgida en un ambiente caldeado por la falta de progreso en las negociaciones de paz.

Autobuses, mercados y cafeterías han sido objetivo de los comandos suicidas palestinos, casi siempre de los islamistas de Hamas. En uno y otro bando el mayor número de bajas han sido mayoritariamente civiles. Arafat ha sido la víctima política de esta Intifada, ya que se encuentra confinado por Israel en Ramala desde hace casi dos años.

LA CONSTRUCCION DEL MURO

Además, en el último año, Israel ha iniciado la construcción de un muro de separación de ocho metros de altura que corre casi paralelo a la línea verde de 1967. Las autoridades israelís justifican la obra diciendo que, con ella, se evitará la infiltración de comandos suicidas. El trazado del muro ha sido estudiado cuidadosamente y, en la práctica, significa la anexión de una buena parte de Cisjordania. Las críticas de EEUU a este muro no han alterado los planes para su construcción.