Miles de surafricanos salieron ayer a las calles para celebrar la victoria del controvertido Jacob Zuma, en el que depositaron su confianza millones de votantes con la esperanza de que les sacará de la pobreza y mejorará su nivel de vida. Con el 66% de los votos, Zuma logró para el Congreso Nacional Africano (CNA) la cuarta victoria electoral consecutiva, solo tres puntos por debajo de los anteriores comicios, pese a la escisión sufrida. Pero, además, el efecto Zuma ya ha conseguido arrastrar a millones de ciudadanos a las urnas, sea para apoyar al polémico candidato o para rechazarlo.

Y hasta cierto punto, ambos grupos pueden estar satisfechos. Los dirigentes del CNA confían en mantener la mayoría parlamentaria de dos tercios cuando lleguen los resultados de zonas rurales, donde el histórico partido de Nelson Mandela es muy fuerte. Pero la oposición a Zuma tampoco puede estar descontenta. La Alianza Democrática (AD) --el partido de la minoría blanca, heredero de los opositores moderados al régimen del apartheid -- logró el 18% de los votos, un 50% más que su anterior resultado.

Teniendo en cuenta que los blancos no sobrepasan la décima parte de la población, es obvio que su sueño de convertirse en un partido multirracial y de romper la mayoría del CNA para las elecciones del 2014 está un poco más cerca. Y también lo es que su llamamiento a "parar a Zuma" ha tenido respuesta.

DERROTA DEL COPE El gran derrotado del miércoles fue el Congreso del Pueblo (COPE), la escisión del CNA dirigida por los partidarios del expresidente Thabo Mbeki, que logró alrededor del 8% de los votos, a años luz del 50% al que aspiraban cuando el partido fue fundado por todo lo alto en diciembre pasado.

Numerosos analistas predecían la dimisión de Mvume Dandala, un obispo anglicano casi desconocido y elegido por su integridad moral frente a los excesos de Zuma, y que Mosiuoa Lekota recuperaría el control del partido que fundó, pero del que no pudo ser candidato.

También ha quedado reducido a la marginalidad el partido tradicionalista zulú Inkhata. Gran opositor al CNA, llegó a enfrentarse a este en una casi guerra civil durante la transición democrática de inicios de los 90. Hoy, con un líder histórico, Mangosuthu Buthelezi, muy envejecido no ha podido resistir la oleada de un Zuma que se vendía con el lema "100% zulú".

El CNA no ha querido adelantar la formación del Gobierno. "No haremos nada hasta la constitución del Parlamento", declaró Zuma. Pero, dado que la victoria del CNA se daba por segura desde hace tiempo, hacer cábalas sobre quién será ministro es la principal afición de los analistas surafricanos.