En el 2007, a causa de un atentado similar, descarrilaron la locomotora y los 12 vagones de un tren del mismo tipo, el Nevski Express, en la región de Novgorod. Hubo 60 heridos. Las autoridades primero acusaron del ataque a un grupo de anarquistas de San Petersburgo, pero no se encontraron pruebas suficientes.

La policía detuvo entonces a dos guerrilleros de la república de Ingushetia, vecina de Chechenia. Según la fiscalía, los dos formaban parte de un comando dirigido por el comandante checheno. Según la defensa de los detenidos, ni siquiera existen pruebas indirectas.