El líder de los rebeldes chiíes que luchan en el norte de Yemen, Abdul Malik al Huti, acogió hoy favorablemente un propuesta de diálogo del presidente Ali Abdulá Saleh, pero exigió el final de las operaciones armadas. "Cuando pare la guerra, estamos listos para el diálogo", afirmó el máximo dirigente de los llamados "hutíes", que luchan desde el 2004 contra el Gobierno de Saná, aunque los combates se han agudizado en los últimos meses.

El presidente Saleh, en su mensaje con motivo del año nuevo, urgió a los "hutíes" que acepten una oferta de alto el fuego hecha el 13 de agosto pasado como paso previo para sellar la paz. Esa oferta incluye, entre otras condiciones, que los rebeldes abandonen sus posiciones en la provincia norteña de Saada y que pongan en libertad a cinco alemanes y un británico secuestrados el 12 de junio y que se cree están en poder de los "hutíes".

En un comunicado difundido por los "hutíes" desde el sitio de internet que utilizan habitualmente, Al Huti dice que la invitación al diálogo presidencial es "una medida positiva y correcta para la paz y el retorno a la seguridad". Al Huti añade que está de acuerdo con Saleh en la necesidad de evitar el derramamiento de sangre y buscar una solución final, pero también asegura: "Nos enfrentamos a una agresión, y cuando pare la guerra estamos listos para el diálogo".

El Ejército yemení lanzó una fuerte ofensiva el 11 de agosto pasado para alejar a los "hutíes" de sus reductos. Semanas después a la ofensiva se unió Arabia Saudí, tras el ataque a una patrulla fronteriza por parte de que los rebeldes chiíes en territorio saudí.