Más de un centenar personas --la mayoría iraquís y algunos extranjeros-- han muerto y varias decenas han resultado heridas en una cadena de atentados perpetrados por suicidas en la ciudad santa shií de Kerbala, en Ramadi, bastión insurgente, en la capital Bagdad y en Nayaf, en la jornada más cruenta en meses en Irak.MATANZA EN KERBALALa primera matanza ha sido obra de un adolescente que se ha confundido con la multitud de peregrinos, iraquís y extranjeros, que en estos días visitan los santuarios de Kerbala, la segunda urbe más importante del shiís, y ha matado a 49 personas y herido a más de 85.Según ha explicado la policía, el joven llevaba adosados al cuerpo alrededor de ocho kilos de TNT, combinados con metralla y bombas de mano entre la ropa. A la hora del ataque, las 10.15 hora local, 8.15 horas en España, cientos de peregrinos llegados de las provincias del sur de Irak pero también de Irán, Pakistán o la India paseaban entre las mezquitas de los imanes Abás y Husein, en pleno centro de Kerbala.Este es el atentado más cruento que sufre Kerbala desde mayo del 2004, en que un ataque suicida coordinado durante una de las principales festividades shiís segó la vida de más de 90 fieles.COCHES BOMBA EN RAMADICasi a la misma hora del atentado de Kerbala, a unos 150 kilómetros al noroeste de esa ciudad, otros dos kamikazes al volante de sendos vehículos cargados con explosivos han perpetrado una matanza similar en un cuartel de la ciudad de Ramadi, uno de los principales feudos de la insurgencia en Irak.Los suicidas han matado a cerca de 50 personas al hacer estallar los automóviles junto a una cola de reclutas --la mayoría, shiís-- que esperaban pasar un examen de ingreso en las nuevas Fuerzas de Seguridad iraquís. ATAQUES CONTRA LA POLICÍAPoco después, siete soldados estadounidenses han muerto en dos ataques de la insurgencia cometidos en Bagdad y cerca de la ciudad de Nayaf, a unos 170 kilómetros al sur de la capital.Cinco de los siete militares perdieron la vida cuando una bomba hizo explosión al paso de su vehículo en Bagdad, y los otros dos murieron en un ataque similar cerca de Nayaf, ciudad santa para los chiíes.