El Gobierno israelí sigue desorientado tras el ataque del viernes de la Yihad Islámica, en el que murieron nueve militares y tres colonos. Desorientación tanto por la humillación militar que supuso el golpe como por el hecho de que las decisiones políticas están supeditadas a las necesidades electoralistas de Ariel Sharon y del ministro de Asuntos Exteriores, Binyamin Netanyahu. Sharon declaró ayer "irrelevante" el acuerdo de división de Hebrón y propuso aumentar su colonización.

El acuerdo, firmado por Netanyahu en 1997, divide en dos la ciudad, con un 80% donde viven 130.000 palestinos, y el resto con 450 colonos. En una visita al escenario del ataque, Sharon dijo ayer que "hay que crear una continuidad territorial entre el asentamiento de Kyriat Arba y la zona judía de Hebrón". Kyriat Arba está a unos centenares de metros de la zona judía.

De cumplirse esta iniciativa, centenares de palestinos se quedarían sin hogar. Netanyahu, rival de Sharon en las primarias del Likud, discutió con el primer ministro al pedir de nuevo la expulsión de Yasir Arafat y la reocupación de los territorios.

SECUESTRO AEREO

Por otra parte, un posible intento de secuestro de un vuelo de la compañía aérea israelí El Al, que cubría el trayecto Tel- Aviv-Estambul, con 170 personas a bordo, fue abortado anoche por agentes de seguridad que formaban parte del pasaje, según informó la radio israelí. De acuerdo con la versión de los hechos, aún confusa al cierre de esta edición, un pasajero, que no se sabe si iba armado, se levantó de su asiento y trató de acceder a la cabina de piloto, que estaba cerrada por seguridad.