Uno de los cuatro soldados estadounidenses acusados de violar a una niña iraquí de 14 años y de asesinarla a ella y a sus padres se ha declarado culpable al inicio de un consejo de guerra en la base militar de Fort Campbell, en el estado de Kentucky (EEUU).

El soldado James Barker se ha declarado culpable de la violación y el asesinato cometidos el pasado marzo en la localidad iraquí de Mahmudiya, después de que su abogado anunciara que cooperaría como testigo en contra de los otros acusados. Fuentes militares han dicho que su decisión de cooperar lo liberaría de una posible pena de muerte.

En la vista también ha comparecido el sargento Paul Cortez, que puede ser condenado a muerte si es declarado culpable de violación y asesinato. El procesamiento de Cortez se iniciará el 7 de diciembre, según las fuentes.

18 meses para un marine

Simultáneamente, en el recinto militar de Camp Pendleton (California), un juez castrense ha condenado a un infante de Marina de EEUU a 18 meses de cárcel por la muerte de un civil en un incidente ocurrido este año, cuando los soldados americanos estaban de patrulla.

La sentencia ha sido dictada contra el marine John Jodka, que se ha declarado culpable de los cargos de asalto y obstrucción de la justicia en un acuerdo extrajudicial concertado con los fiscales. "Ha conseguido un acuerdo muy afortunado", ha dicho el juez, coronel David Jones, tras revisar las pruebas que incluían un vídeo en el que el infante de marina bromeaba sobre sus intenciones de matar a más gente.

Jodka formaba parte de un pelotón de siete marines y un miembro de la Marina acusados de secuestrar y asesinar a Hashim Ibrahim Awad, un expolicía lisiado de 52 años, en la aldea de Hamdania. Según los fiscales, el hombre fue arrastrado a un canal y asesinado a balazos cuando los soldados no encontraron a los insurgentes que buscaban. Posteriormente, trataron de encubrir el incidente.