En diciembre del 2004, la revolución naranja en Ucrania desalojó del poder a las élites soviéticas que reinaban sobre esta antigua república de la URSS desde 1991. Quince meses después, los ucranianos eligen hoy una nueva Rada Suprema (Parlamento), que por primera vez formará el Gobierno, igualmente divididos en dos campos enemigos: el prooccidental y el prorruso.

El actual presidente de Ucrania, Viktor Yuschenko, ganó en las presidenciales del 2004 a su rival Viktor Yanukovich con una modesta ventaja de menos de un 8%. Aunque el presidente ucraniano no ha dejado de repetir que "no habrá revancha", el Partido de las Regiones, liderado por Yanukovich, que tiene su baluarte en las regiones de habla rusa en el este de Ucrania, se presenta como el virtual ganador de los comicios con un 30% de intención de voto, según los sondeos. Los partidarios de Yanukovich han anunciado que al cierre de las urnas instalarán un campamento en el centro de Kiev, igual que los activistas de Yuschenko en el 2004, para evitar "fraude".

LUCHAS INTERNAS A diferencia de las presidenciales, las dos estrellas de la revolución naranja, Yuschenko y su exprimera ministra Yulia Timoshenko, compiten por separado debido a las luchas internas. Según los sondeos, el bloque Nuestra Ucrania, la formación propresidencial, obtendría entre el 15% y el 20% de los votos, lo mismo que el bloque de Timoshenko. Las demás fuerzas políticas han quedado lejos de este triunvirato.