Europa no va a escatimar esfuerzos mediadores en el conflicto del Tíbet. A unos tres meses de los Juegos Olímpicos, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aterrizó ayer en Pekín para pedir al Gobierno chino que dialogue con el dalái lama para consensuar una solución al conflicto.

La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero Waldner, explicó ayer la petición: "Comprométanse en un diálogo constructivo y sustancial que resuelva los problemas centrales". Pero la respuesta de China augura una fracaso. "El Tíbet es un asunto interno", dijo una portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Jiang Yu, quien insistió en que su país no permitirá injerencias.