La UE pidió ayer a las autoridades chinas "un diálogo sustantivo y constructivo" con los representantes de la población tibetana, que aborde las cuestiones de "la preservación de la lengua, la cultura, la religión y las tradiciones tibetanas".

La declaración del Consejo informal de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Brdo elude la cuestión de un eventual boicot a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos el 8 de agosto en Pekín, sobre el que no existe acuerdo entre los Veintisiete. De momento, Alemania, Francia, Polonia y Eslovaquia barajan no acudir a la ceremonia, mientras que España, Gran Bretaña, Portugal y el responsable de la política exterior europea, Javier Solana, ya han anunciado que acudirán.

VIGILANCIA La presidencia eslovena indicó que la UE no debe entrar en la cuestión de la participación o no en los actos de los Juegos Olímpicos, porque no tiene equipos como tal, y dejó la cuestión en manos de los estados miembros. Pero, la UE subrayó que "continuará vigilando de cerca la situación de los derechos humanos en China".

La UE destacó que el compromiso del dalái lama en favor de la no violencia y de la autonomía, no la independencia del Tíbet, ofrecen una base adecuada para que Pekín emprenda ese diálogo. Los Veintisiete reiteraron su "enorme preocupación" por la represión de las manifestaciones en el Tíbet y reclamaron el fin de la violencia. Los ministros exigieron transparencia en la información y libre acceso de la prensa al Tíbet.