A sir John Sawers, designado futuro jefe del servicio secreto exterior británico, MI6, sus amigos le llaman Tío C. Durante mucho tiempo, a los responsables del espionaje nacional se les conocía por una inicial: de ahí su apodo.

En el pasado, la verdadera identidad de los superjefes del espionaje era un secreto. Ni nombres, ni fotos. Terminada la guerra fría, la norma se relajó. Pero de Sawers se saben muchas cosas, demasiadas según algunos. El 16 de junio, día en que su nombramiento fue anunciado por Downing Street, la esposa de Sawers publicó en la red social de internet Facebook cerca de una veintena de fotografías y detalles personales de la familia.

Entre los datos revelados estaba la dirección de la vivienda de la pareja en Londres, la ubicación de sus tres hijos ya adultos y la de los padres del próximo superagente. Lady Sawers divulgó, además, información de sus amigos, entre los que figuran destacados diplomáticos y actores. La página incluía una foto de Sir John en bañador.

FACIL ACCESO Los 200 millones de usuarios de Facebook podían llegar a esta imagen sin ningún problema. El Ministerio de Exteriores ha retirado ahora los datos, tras ser avisados por el diario The Mail on Sunday , que publicaba ayer en exclusiva el desliz. El jefe del Foreing Office, David Miliband, pasó el domingo tratando de salvar la cabeza de Sawers, que tiene previsto tomar posesión de su nuevo cargo el próximo mes de noviembre.

"Saber que lleva un bañador Speedo no es un secreto de Estado", declaró Miliband con ironía a la BBC. "Se trata de un profesional de primer nivel que va a hacer realmente un buen trabajo en una organización de primer nivel", señaló. Los conservadores prefirieron no hacer sangre del asunto, considerando que las revelaciones no ponen en peligro la seguridad nacional.

En cambio, el jefe del subcomité parlamentario contra el terrorismo, Patrick Mercer, se declaró preocupado. Los liberales han pedido que se investigue si las revelaciones pueden ser un obstáculo para la designación. Sawers, actual embajador británico en la ONU, comenzó su carrera hace 20 años, precisamente en el MI6, pero ha desempeñado sobre todo cargos diplomáticos. En el pasado, fue asesor del expremier Tony Blair y embajador en Bagdad.