ASESOR DE LA DIRECCION GENERAL DE LA CAJA DE AHORROS DE BADAJOZ

La industria del cerdo ibérico, junto con la de los transformados del tomate, es sin duda la de mayor importancia económica y la de mayor tradición de las industrias agroalimentarias extremeñas.

Esta industria se ha desarrollado espectacularmente en los últimos diez años, superando incluso las crisis habidas a finales de los 80 y comienzos de los 90, al fallar económicamente la puesta en marcha de determinadas industrias que surgieron de forma poco empresarial y al amparo de las expectativas de importantes ayudas a la inversión, pero sin una base sólida de capital propio.

Posteriormente, el desarrollo industrial de este sector ha ido por caminos más viables económicamente, apoyándose siempre en una demanda del mercado nacional que va en constante aumento, muy especialmente en lo que se refiere a los productos de mayor calidad, y que sin duda se va a mantener en el futuro. A ello va a contribuir de forma especial la nueva norma de calidad para el jamón ibérico, la paleta ibérica y la caña de lomo elaborados en España, cuya última modificación y normas concretas de aplicación se han aprobado recientemente. Esta normativa va a favorecer sin duda tanto a la ganadería extremeña de porcino ibérico de explotación extensiva o semiextensiva, como a la industria transformadora y a las denominaciones de origen y de calidad.

El censo ganadero de porcino se sitúa, según los datos oficiales, por encima de los 150.000 cerdas reproductoras, de las que más de 100.000 podrían considerarse de tronco ibérico. De estos animales, se viene obteniendo una producción aproximada de más de 600.000 animales criados, engordados y sacrificados en nuestra región, suponiéndose que el resto de ellos (unos 400.000), van a ser sacrificados fuera de Extremadura.

La cifra cobra aún mayor importancia si la comparamos con los apenas 200.000 cerdos que se sacrificaban en 1990 o 1991 en nuestra región. El avance de los sacrificios, y también de la elaboración ha sido espectacular.

Casi 100 mataderos y más de 200 industrias cárnicas demuestran la pujanza del sector en Extremadura.

Para que esta situación haya podido alcanzarse, ha sido necesaria la colaboración de todos. Ganaderos y empresarios del sector con iniciativas de transformación y comercialización bien estudiadas; apoyos de las Administraciones Públicas (UE, MAPA y Junta de Extremadura) con subvenciones y ayudas a las inversiones planteadas por el sector privado, y unas líneas de financiación adecuadas de las entidades financieras, sobre todo de las Cajas de Ahorros de la Región.

La Caja de Badajoz a través de sus préstamos subvencionados para pymes principalmente, ha financiado numerosas industrias, tanto de sacrificio como de elaboración, en la fase de inversión inicial o bien para atender las importantes necesidades de capital circulante que estas industrias necesitan, de forma especial las elaboradoras de jamón, en las que el largo periodo de curación que necesita un producto de calidad, exige un prolongado almacenamiento antes de salir a la venta.

Pero nuestro apoyo al sector no acaba en lo que podía considerarse la normas actividad de intermediación financiera, sino que va más allá. Se patrocinan y apoyan económicamente actividades de promoción y comercialización, como el Salón de Jamón de Jerez de los Caballeros; la Feria Ganadera de Zafra, con una especial atención a la Asociación de Criadores de Cerdo Ibérico (Aeceriber), y en estos próximos días el Congreso Mundial del Jamón a celebrar en Cáceres.

Por todo ello reiteramos nuestro apoyo y confianza a este sector, tanto de producción como de fabricación de derivados del cerdo ibérico, dentro del cual, el jamón, continúa siendo la estrella indiscutible, símbolo máximo de la agroindustria de Extremadura.